¿Que saber antes de comprar una joya con diamantes?

Anillo solitario diamantes

¿Que saber antes de comprar una joya con diamantes?

Anteriormente hablé de la parte simbólica y romántica del diamante, pero hoy he pensado en cambiar el chip y hablaros de la parte práctica de lo que se debe saber antes de comprar un diamante en una joyería. Porque el diamante a parte de ser algo decorativo que con un alto valor simbólico tiene otro valor muy importante que es el valor de inversión. Por tanto voy a explicaros en las siguientes líneas lo que se debe saber antes de comprar un diamante.

Las cuatro C Antes de realizar la compra de un diamante se deben tener en cuenta las características que influyen en su calidad, y consecuentemente en su precio. Para conocer esto hay que tener en cuenta cuatro características que determinan la calidad del diamante. Son las llamadas “4C´s” y son: Color, Clarity (pureza), Carat (peso o quilataje) y Cut (talla).

Color El color de un diamante influye enormemente en la belleza y en el precio del mismo. Cuanto mas incoloro, mejor calidad. La escala de colores más usada hoy en día es la del laboratorio gemológico americano G.I.A. que es la que se utiliza en la mayor parte de las joyerías. Esta escala ordena el color de los diamantes desde la letra D (incoloro), hasta la Z (amarillo o marrón). En este punto hay que descartar los diamantes con color a partir de la letra J, ya que se comienza a ver en ellos un tono amarillento.

Pureza Los diamantes se forman durante miles de años bajo una enorme presión y temperatura. Ese proceso deja en los diamantes unas inclusiones o pequeñas imperfecciones internas que determinan su pureza en el diamante. Cuanto más puro es un diamante, más cantidad de luz recibe y refleja, produciendo una mayor cantidad de brillo que los diamantes de menor pureza. El grado de pureza de un diamante se determina según el número, tamaño y posición de sus marcas externas e inclusiones, usando una lupa de 10 aumentos (10X). La escala de pureza más usada, del laboratorio gemológico G.I.A., se divide en 11 grados que van, desde el mayor grado de pureza FL (o Flawless) al grado I, también conocido como Piqué (picado en francés). En este punto lo que hay que descartar son los Piqués, ya que se ven a simple vista. Para el resto de purezas necesitaréis la lupa si queréis ver algo.

Peso El peso de un diamante se mide en quilates (1 qt = 0,20 gramos), y lógicamente cuanto más grande, más valioso es el diamante. El problema es que el precio aumenta más rápidamente que el tamaño. Así el precio de un diamante de un quilate no es el doble que el de un diamante de medio quilate sino cinco veces más caro. En este punto está claro: Cuánto más grande mejor.

Talla Aunque hay muchas tallas posibles, la más común por sacar todo el partido posible de los diamantes es la talla brillante (la redonda de toda la vida). Si la talla del diamante no es demasiado buena parte de la luz no se refleja y este pierde parte de su atractivo. En principio la talla brillante es la más demandada, aunque es un poco cuestión de gustos. En nuestras joyerías Germán Joyero por ejemplo vendemos muy bien las tallas princesa, que siendo también muy vistosas, son más originales. Sea cual sea la talla elegida hay que descartar los diamantes que en su certificado digan talla “mala”.

En resumen El precio es una relación de las cuatro “C”, por lo que si lo que deseáis es comprar un diamante bonito y aparente, hay que privilegiar el color y el tamaño respecto a la pureza, que no se percibe a simple vista. Un color entre F y H será una buena elección, una pureza de al menos VS2, y el tamaño… ¡Pues cuanto más grande mejor, claro! Y por último el consejo más importante: Buscad a un joyero de confianza y si es posible comprad piezas certificadas, porque aunque os hayáis leído todo el artículo, no podréis distinguir las calidades vosotros solos.

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