CLASES DE PERLAS

Existen diferentes clases de perlas, y es natural que así sea, ya que también son distintas las especies de moluscos y los materiales que producen esta maravilla de la naturaleza.

Las perlas se originan como parte de una reacción en el interior de determinadas especies de moluscos con conchas (como las ostras), que recubren con nácar excrecencias que producen irritación en su tejido blando.

Existen dos clases de perlas desde el punto de vista de cómo se originan: las naturales y las cultivadas. En las primeras, el fenómeno antes mencionado se produce de forma espontánea, por lo que no necesariamente todos los moluscos de un sitio tienen por qué tener perlas.

En cambio, en el caso de las perlas cultivadas, el perlicultor introduce en cada molusco un material irritante para hacer que produzca la perla.

Hablamos de moluscos y no de ostras porque son varias las especies de moluscos las que producen perlas, y esa variedad se refleja en sus formas, dimensiones y colores.

Además de esta primera división, existen otras clases de perlas, como las que describimos a continuación:

Perlas Tahití

Son aquellas perlas que se producen en los mares de la Polinesia, y se caracterizan por adoptar distintos colores: naranja, verde, gris, azul, dorado e incluso pueden ser negras. Cuando son perlas cultivadas pueden tardar de dos a tres años.

Perlas australianas

Las perlas australianas están entre las perlas más codiciadas y se encuentran y cultivan en Australia, Filipinas e Indonesia. Sus colores van desde el blanco al negro, y pueden alcanzar un tamaño de hasta 28 mm. Tardan en estar listas para ser cosechadas de 3 a 9 años.

Perlas Mabe

Eran conocidas anteriormente como perlas japonesas y se caracterizan por no ser completamente esféricas y tener un lado plano, por lo que es muy común que sean usadas como pendientes.

Se cultivan en Japón, Australia e Indonesia, y el tiempo de cosecha va de los seis meses a los dos años.

Perlas naturales

Tanto las perlas cosechadas en ostrales o zonas con mejillones y otros moluscos perliferos, como aquellas que se cultivan en las granjas de perlas, son perlas naturales. En los dos casos estamos hablando de una producción orgánica, aunque en el caso de las perlas cultivadas el elemento irritante que va a ser cubierto de nácar se introduce artificialmente.

El valor de estas perlas varía dependiendo de su tamaño, color, brillo y forma.

Perlas artificiales

Las perlas artificiales son las que se elaboran con resinas y otros materiales sintéticos. Tienden a perder el brillo y a volverse amarillentas, y también pueden reconocerse porque son de un redondo perfecto, hecho a máquina o con molde.

Perlas de agua dulce

Son llamadas también perlas freshwater, y comenzaron cultivándose en ríos y lagos de China, aunque actualmente también se producen en Estados Unidos y Japón. 

Tardan en cosecharse de seis meses a cuatro años (el tamaño varía de acuerdo con el tiempo), y pueden adoptar distintas formas, desde lisas hasta las llamadas barrocas, que son muy valoradas. 

También existen perlas de agua dulce producidas en los ríos limpios de Rusia y Europa, aunque actualmente se encuentran en peligro de extinción.

Las perlas de agua dulce son producto de distintas especies de mejillones, y su valor puede variar de acuerdo con la especie y la zona donde sea cultivada.

Perlas Akoya

Son perlas cultivadas en Akoya, Japón, de pequeño tamaño y que pueden cosecharse en un período de uno a dos años. Su color está entre el rosado y el crema, y son más brillantes las que se cultivan en agua salada.

Perlas de labios arcoíris

Es también llamada perla Concha Nácar y se cultiva en Baja California Sur, en solo dos granjas. Son perlas negras y plateadas muy apreciadas por su rareza.


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